Posted by : Vaig a Peu martes, 13 de febrero de 2018

El Camí de Cavalls tiene, para todos los habitantes de la isla, un significado que va más allá de lo puramente histórico. Su recuperación para abrirlo al público de manera definitiva ha sido el fruto de un trabajo intenso y persistente hecho por mucha gente con el convencimiento de que ésta era una justa reivindicación basada en motivos históricos, culturales y sociales. Sus origen parecen situarse en tiempos del rey Jaime II, quien ordenó a los caballeros de aquel tiempo mantener un caballo armado para la defensa de la isla y de sus habitantes. El camino es una consecuencia de este orden real. Poco se podían esperar aquellos caballeros cuando vigilando la costa dieron origen a este camino, que siglos más tarde debería costar tantos esfuerzos conseguir que el antiguo camino volviera a quedar libre y franco al paso de los ciudadanos. La historia del Camí, es pues, antigua y bien documentada. Durante la primera dominación inglesa, por ejemplo, el gobernador Richard Kane, 1736, lo consideró como un "camino real" y, como consecuencia, ordenaba mantenerlo "limpio y transitable como se hacía antiguamente".  No demasiado años más tarde, en 1758, era el gobernador francés, el Conde de Lannion, quien mandaba su mantenimiento y ensanchamiento. De 1780, fecha el primer mapa de la isla que se conoce, realizado por el cartógrafo Louis Stokes de Arco de la Rochette, que contiene el Camí de Cavalls. Un par de años después el Conde de Cifuentes, gobernador español de la isla dice "los caminos llamados de caballos estén abiertos y del todo libres y compuestos de poderse libremente transitar ...". Ya dentro de este milenio, respondiendo a una demanda social, se aprobó en el Parlamento de las Islas Baleares la ley del Camí de Cavalls (Ley 13/2000 de 21 de diciembre) con el objetivo de consolidar el uso general, libre y gratuito de dicho camino. Ahora les invitamos a todos a recorrer el Camino, a dar la vuelta a Menorca. Con la información que encontrarán en esta página esperamos despertar su curiosidad por el conocimiento y el respeto a los valores naturales de Menorca, su idiosincrasia y su historia. Conocer es disfrutar, amar y respetar.
CÓMO LLEGAR: Desde Cala’n Forcat hasta conectar con la RC-1, en la rotonda antes de la carretera a Cala Morell, girar a la derecha dirección  Ciutadella por la calle Mariners y Pescadors y calle San Esteban hasta conectar con la RC-2, Ronda Sur, seguir por la derecha hasta salir por la izquierda en una rotonda hacia el Camí de Sant Joan de Missa y más tarde, por la derecha girar hacia el Camí a Cala en Turqueta hasta llegar al aparcamiento.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.
ITINERARIO: PARKING / CALA EN TURQUETA / MIRADOR DE LA CALA / PUNTA DES TAMBORS / CALA DES TALAIER / BÚNKER / BAHÍA SON SAURA / INSTALACIONES MILITARES DEST ESCALONS / BÚNKER PESQUERA DES COMTE / TORRE VIGÍA PUNTA SA CELDA / CALA SON VELL / TALAYOT DE PUNTA PRIMA / COVA DELS PARDALS / CALA PAREJALS / CALA SON XORIGUER / PLATJA DE SON XORIGUER.

LA RUTA: Por fin el tiempo ha mejorado y aunque nos quedan dos días los vamos a aprovechar. Nos decidimos por el Camí de Cavalls en la zona de Cala en Turqueta; tenemos un Track que inicia en Son Xoringuer hasta esta Cala.

El trayecto será lineal y pensando en el retorno decidimos cambiar el sentido de la marcha iniciando en Cala en Turqueta dejando el coche en su parking, ya que en temporada de invierno no hay servicio de bus, y en Son Xoriguer llamar a un taxi.

Somos los primeros en llegar y tenemos todo el ancho parking para nosotros; suponemos que en verano será un agobio intentar aparcar. La caseta de información y los servicios están cerrados aunque todo está muy limpio.

Iniciamos por camino ancho junto al muro de piedra de un pedio, este tramo de algo más de un kilómetro es el que tienen que recorrer a pie todos aquellos que quieran llegar a la cala. Enseguida entramos en el bosque de pinos.


Las estacas de señalización del GR-223 indican un sendero a la derecha entre la abundante vegetación paralelo al camino, y que se unen a cien metros de la playa ante una tranca de madera y una cadena que cierra el paso a vehículos.


Unos altos e inclinados pinos nos acompañan hasta la arena de la playa, donde dos puntas rocosas no muy elevadas, y repletas de vegetación, se adentran unos cientos de metros en el mar formando una cerrada cala paradisiaca.


Cala en Turqueta es para muchos la más bonita de la isla. Se trata de una pequeña playa de aguas azules con fondo de arena blanca rodeada de pinos y dividida en dos partes por unas rocas de poca altura.


El nombre de Turqueta viene del color del agua, que recuerda al turquesa más claro y cristalino. Es curioso estar solos en esta playa cuando en verano está abarrotada. Debido a su orientación el sol se esconde muy pronto.


Por la derecha subiendo por las rocas enlazamos con el Camí de Cavalls. Es una zona de vegetación exuberante, con pinos, encinas, acebuche y matorral de lentisco. Desde esta elevación podemos ver la otra punta de la cala.


Llegamos a un claro entre los pinos donde tenemos un excepcional balcón protegido con barandas de ramas de acebuche, donde podemos asomarnos a contemplar cala en Turqueta desde una posición privilegiada.


Poco más adelante, en la Punta des Tambors algo más elevados, volvemos a tener grandes miradas a la punta de na Foradada y el accidentado litoral de acantilados. Unas cuantas cabras parecen indicarnos el lugar idóneo.


Continuamos bordeando todo el contorno de la rocosa costa en forma de pequeñas plataformas y acantilados de poca altura que se adentran en el mar. El paisaje ha cambiado, la arboleda ha remitido quedando solo el matorral bajo.


Un entrante del mar nos indica que nos acercamos a otra cala. Curiosamente la masa de pinar vuelve al límite de la costa, primero con ejemplares  achaparrados por la fuerza de los vientos y de buen porte en los sitios protegidos.


La cala des Talaier es una pequeña playa virgen y paradisíaca, Está rodeada de pequeñas formaciones rocosas y sus aguas son cristalinas y de gran pureza. Su nombre deriva de la atalaya de Artrutx, una antigua torre de vigilancia cercana a la cala.


No bajamos a la playa y la rodeamos por su parte interior, por la pineda, donde hay un muro de contención que protege la cala en las riadas. Nos separamos algo del mar para cruzar el muro de un predio por una tranca de madera.


De nuevo las plataformas rocosas marcan todo el recortado paisaje litoral. Al alejarnos y mirando hacia atrás, vemos la Atalaya del Cap d’Artrutx, torre defensiva construida por los españoles durante el siglo XVII, es cilíndrica con una base ligeramente inclinada.


También pasamos por los restos de un antiguo búnker de la guerra Civil antes de que unas estacas de madera unidas con cuerdas delimiten las rocas y el camino, de la masa de pinar y dunas que rodea las siguientes playas.


Estamos en les Platges de Son Saura del sur, que son un conjunto de dos playas vírgenes, separadas por una pequeña punta rocosa, que conforman el arenal más amplio de la costa sur de Ciutadella con la marisma litoral del Prat de Bellavista.


El Camí de Cavalls bordea la primera de las playas, la de Bellavista, sin pasar por la marisma y las dunas, protegidas por las barandas de cuerdas. Cruzamos por la arena llena de algas por el temporal, cerca de la orilla del mar.


Por la plataforma rocosa que las separa, y cruzando una acequia por la que entra agua del mar, posiblemente para alimentar y mantener el nivel de agua en la marisma, llegamos a la segunda playa, la de es Banyul.


Fuera de temporada están algo descuidadas por los restos arrastrados por el temporal. Tras unos grandes pinos otro muro de piedra seca nos corta el camino, y una tranca de madera nos accede al siguiente predio.


Arribamos a las instalaciones militares de Dest Escalons junto a su diminuto embarcadero y otro búnker en la Pesquera des Comte, donde los republicanos tenían que defender la isla de un hipotético desembarco franquista en la guerra Civil.


A partir de aquí, en la zona de los Melaos, encontramos una franja de acantilados sin vegetación y que, por su orientación están muy expuestos a la erosión del mar y del viento, mostrando extrañas y quebradas formas.


Tenemos que traspasar otro predio, este corresponde a la Cova des Pardals y son Vell. Desde acantilados más tranquilos observamos nítidamente las grandes alturas de la sierra de Tramuntana en la cercana Mallorca.


En la distancia distinguimos sobre la base de una punta rocosa los restos de la Torre Vigía de Punta sa Celda, una de tantas, que vigilaban para alertar a la población de las frecuentes incursiones moriscas. El camino discurre cerca.


Entramos en una franja de achaparrado pinar, sabinas y matorral, y por un sendero de tierra bajamos hasta la diminuta cala de son Vell, solitaria y escondida, donde quedan restos y ruinas de antiguas construcciones.


El sendero de tierra prosigue un trecho separado del mar y paralelo al muro de piedra de un predio, con lo que dejamos de ver el Talayot de Punta Prima. Volvemos al mar junto a una caseta y un muro en forma de “U” que protege un agujero de bajada escalonada.


No hay nada que nos indique que estamos en la Cova des Pardals, solo la curiosidad hace que nos asomemos al agujero y bajar por sus escaleras. La sorpresa es mayúscula al ver que estamos en una cueva con salida al mar.


La oquedad, de tamaño regular, está pavimentada y muy limpia, forma un diminuto embarcadero donde varar para tomar un baño o practicar la pesca cuando el mar está en calma. Curioso y escondido lugar.


A la salida de la cueva seguimos el contorno del litoral y mirando al frente distinguimos en la isla de Mallorca las montañas nevadas, posiblemente el Puig Major. Se ha movido un poco de aire el mar comienza a picarse.


Salimos del predio por un abertura en el muro sin tranca de madera y con vistas al far del Cap d'Artrutx. Al llegar la Cala Parejals la costa se vuelve urbana y entre la vegetación aparecen casas y chalets.


Poco después entramos en la punta de la Cala de son Xoriguer, recorremos todo su semicírculo con su parte rocosa y de arena, hasta la otra punta que hace de separación con la Cala’n Bosch. Aquí cerramos el Track de la ruta.










Proseguimos hasta la estrecha calita, a las urbanizaciones y hoteles. Decidimos comer en un pequeño restaurante sin entrar a la dársena y luego llamamos a un taxi, que por carretera nos deja otra vez en el parking de Cala en Turqueta.
RECORRIDO: LINEAL, SOLO IDA.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 12,2 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:55 HORAS
DESNIVEL ACUMULADO: 185 M.
DIFICULTAD: MODERADA.


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