Posted by : Vaig a Peu jueves, 13 de abril de 2017

El cauce del río Mula a su paso por el Salto del Usero presenta una formación de travertinos de una gran belleza paisajística. El agua de este río durante milenios ha esculpido dando lugar a unos de los sitios más visitados del municipio de Bullas. Se trata de una cascada que alberga dentro de una cúpula natural, una impresionante poza de agua que los vecinos llaman vaera, y que invita a darse un buen baño. Su hermosura se adorna con el verdor de una exuberante vegetación. Aguas arriba está el nacimiento del río Mula, que aunque actualmente seco, tiene un gran interés cultural. Aguas abajo continúan sucediéndose numerosas pozas y encajonamientos de interés. Además este tramo del río Mula, a su paso por Bullas, también posee un buen contenido histórico y etnográfico. A las ruinas del castillo situado en el cerro del Castellar, construido en el siglo XI, se suman sus doce molinos harineros, de los cuales todavía uno, el Molino Felipe, hoy permanece en activo. También dos de ellos, el Molino de Abajo y el Molino de Arriba, de éste ya se tiene noticias en 1684, han sido rehabilitados para el turismo rural. Es por tanto un Lugar de Interés Geológico con un alto interés geomorfológico, sedimentológico e hidrológico. Apoyado por otros contenidos naturales e históricos, hacen que este rincón murciano sea útil para ser utilizado en diversas actividades de tipo científico, educativo y geoturístico. El Salto del Usero pertenece al término municipal de Bullas y forma parte del cauce del río Mula. Se sitúa en la ladera noroeste del Cerro del Castellar, junto al lugar denominado El Molinar.
En este enclave natural, visitado por miles de turistas durante todo el año, en la noche de San Juan se celebra la tradicional «Bajada de la Mora», congregando a cientos de personas que al filo de la media noche se reúnen en torno a la poza que forma la gran cascada de agua, corazón del paraje, con el objetivo de encontrarse con la «reina mora» y poder ser bendecidos por sus milagrosas aguas.
CÓMO LLEGAR: Por la Autovía E-15 hasta Murcia, salida nº 138 ALCANTARILLA / ALMERÍA / GRANADA. Continuar hasta la salida nº 651B MULA/CARAVACA por la RM-15. Continuar hasta la salida nº 41 BULLAS CENTRO. Cruzar el pueblo para llegar a la calle del Río y al Parking antes de la barrera.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.
ITINERARIO: PARKING / SALTO DEL USERO / MOLINO DE ARRIBA / IZQUIERDA / ASENTAMIENTO / PICO CASTELLAR / BIFURCACIÓN DCHA. / PISTA / CRUCE DCHA. / SENDA / SUBIDA / PISTA FORESTA DCHA. / SENDERO / CRUCE REGRESO / PARKING.

LA RUTA: Hace un día primaveral precioso. Al ser viernes santo creíamos que estaría más concurrido, pero está todo muy tranquilo y el parking vacío a primera hora. La distancia del recorrido puede variar en algún kilómetro dependiendo de donde se aparque.

Desde que han habilitado el parking esta prohibido aparcar en el camino, aunque siempre hay algún resquicio, y más a primera hora, que todavía no han bajado la barrera. Pero hay que ser respetuosos y evitar degradación del paraje por andar unos metros más o menos.


Iniciamos por la carreterita en dirección al Castellar, entre casas de campo y plantaciones de ciruelos con sus frutos cuajados. Desde la cuesta que desciende al Salto del Usero ya podemos asomarnos al cauce del río Mula que hace una curva de aguas mansas.


Poco antes de que la carreterita cruce por encima del cauce nos desviamos a la izquierda por un sendero que desciende hacia el lecho del río Mula protegido por unas barandas de madera, lo vadeamos por un estrechamiento entre grandes rocas y pequeños remansos.


Encaramos de frente el Salto del Usero. Se trata de una cascada que alberga dentro de una cúpula natural, una impresionante poza de agua que los vecinos llaman vaera, y que invita a darse un buen baño. Su hermosura se adorna con el verdor de una exuberante vegetación


Tras las fotos de rigor remontamos la ladera para salir a la parte de arriba sin dejar de hacer fotos a este precioso lugar. De frente al enorme quejigo, seguimos la carreterita por la izquierda que nos baja un poco hacia un grupo de casas.


Llegamos al Molino de Arriba, uno de los doce molinos harineros que existían en la zona, datado en 1684 ha sido rehabilitado como Albergue Rural y Aula didáctica de Etnografía y Naturaleza. Regresamos hasta el quejigo para seguir ahora por la izquierda.

En un corto tramo llegamos al punto donde cerraremos el círculo de la ruta. Un poste con diversas paletas informativas marcan las distintas opciones. Nosotros elegimos la subida al Castellar, por un estrecho sendero que empieza a subir por la sierra.


La preciosa senda nos eleva con facilidad otorgándonos amplias vistas sobre Bullas y sus cultivos, haciendo eses y pequeñas rampas que nos suben entre la pineda que luego se va aclarando, dejando paso a las sabinas.


En la parte soleada predomina el matorral de esparto  y en estas fechas primaverales, un mar de varas de San José inunda el paisaje donde el sol reverbera sobre sus pétalos. Apechugamos con un fuerte desnivel para llegar a lo alto del asentamiento.


El origen del nombre Castellar hace referencia a la presencia en el mismo de una fortaleza, hoy en ruinas, conocida como “El castillico”. Se trató de una fortificación militar con funciones de vigilancia del siglo XII,  y que posiblemente se levantara sobre los restos de otras construcciones anteriores.


Retrocedemos unos pasos para por la derecha continuar el sendero, que entre sabinas y esporádicos pinos, y siempre manteniendo un asequible desnivel, va buscando la cuerda de la sierra. Hemos dejado atrás los restos del asentamiento en su solitaria muela.

El buen trazo del sendero nos hace elevarnos con facilidad abriéndose paso entre los arbustos de sabina. Por detrás Bullas va creciendo en el valle, y por delante nos acercamos a las lomas, distinguiendo en la última de ellas el vértice geodésico.


Encaramos la cuerda de las lomas donde el sendero es más pedregoso y más acusada la pendiente, a cambio las panorámicas son más extensas, y entre las varas de San José aparece la silueta de Sierra Espuña.


Alcanzado el cordal de las redondeadas lomas, su tránsito es más liviano, subiendo para bajar y volver a subir un poco más elevado. Pronto se abren las vistas a la otra vertiente, con un pequeño valle entre montañas.


Afrontamos en último lomo antes de la cima, el más largo y empinado, en el que hay que atravesar un bosquete de pinos. La vegetación ha cambiado a matorral de esparto, espino negro y cómo no, las pequeñas varas de San José.


En el repecho final, tenemos la cima al alcance de la mano con su vértice geodésico encaramado sobre unas rocas. Cerro del Castellar (989 m.) Merece la pena llegar hasta su soleada cumbre. Decidimos tomar unas frutas.

Pese a la bruma,  las vistas son espectaculares, teniendo una visión de 360º, podemos ver la población de Bullas, la Selva, la Sierra de la Pila, la cara norte de Sierra Espuña, los castillos de Mula y de Alcalá, el valle de Aceniche, etc.


Iniciamos el descenso. Unos mojones de piedras nos van guiando en la bajada, muy inclinada en el primer tramo y luego con tierra y piedras sueltas, donde hay que tomar precauciones; mejor alargando la longitud de los bastones.

Se pasa alguna zona de torrentera en donde se pueden hincar los talones. El desnivel mengua y tomamos una bifurcación a la derecha, donde vamos ciñéndonos al contorno de la sierra. Enlazamos con una pista de tierra.


Tras un cruce a la derecha y salvar una rambla, conectamos con una preciosa senda que comienza a rodear la sierra entre pinos de poco porte y densidad, acompañados de matorral de romero y pequeñas sabinas.

Rodear la sierra no resulta tan sencillo, hay que esquivar el inicio de algún barranco y numerosos ramblizos, por lo que el sendero se desliza entre constantes sube y baja, teniendo que esforzarnos para remontar algunos tramos.


En la parte alta, la cual ha sido deforestada, nos unimos a un cortafuegos que por las izquierda desciende bruscamente hasta unirse a una pista forestal que seguimos por la derecha. El desnivel se apacigua.


La pista continua recorriendo las faldas de la sierra metiéndose y saliendo de zonas umbrosas que han sido roturadas y limpiadas de matorral en previsión de posibles incendios. En el paisaje entran las fincas y casas de campo.


Dejamos la pista forestal por un sendero que nos desciende hacia campos de cultivo, con miradas a la población de Bullas que aparece en la loma. Giramos a la derecha acercándonos a la sierra entre campos con cultivos de secano.


Al poco cerramos el círculo de la ruta llegando al poste con paletas informativas de esta mañana. Ahora comenzamos a repetir el trazado de llegada entre campos de cultivo, alcanzando el hermoso quejigo en cuya sombra reposa una familia.

No bajamos al Salto del Usero, pero vemos como hay gente refrescándose los pies en sus aguas. Cruzamos el puente de la carreterita por donde pasa el río Mula camino de ejecutar su precioso salto en su poza.

Camino arriba desandamos el trayecto hacia el aparcamiento, sin dejar de asomarnos al cauce del río y al Castellar, del que nos vamos alejando. Preciosa excursión que cerramos opíparamente tomando unas viandas en El Caracoles.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 11,7 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:10 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 989 M. (Cima del Castellar)
ALTURA MÍNIMA: 612 M. (Río Mula, Salto del Usero)
DESNIVEL POSITIVO: 515 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 549 M.
DIFICULTAD: MODERADA.


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