Posted by : Vaig a Peu sábado, 25 de febrero de 2017

El Puig Campana es una montaña que forma parte de las Cordilleras Prebéticas, en el sureste de la Península Ibérica. Con una altitud de 1409 metros, se trata de la segunda cima más elevada de la provincia de Alicante después de Aitana, y a tan solo a 10 km de la costa. Se encuentra situada en el término municipal de Finestrat y está incluida en la lista de Lugares de Interés Comunitario (LIC) de la Comunitat Valenciana. Alberga numerosas especies vegetales, algunas de ellas endémicas, tales como el Cistanche (Cystanche phelypaea) y, muy especialmente, Teucrium lepicephalum. En su punta cónica presenta dos cimas. La que está situada a poniente presenta una gran fractura o portilla, conocida con el nombre histórico y autóctono de El Portell. Esta cuchillada o tajo que presenta la cima del Puig Campana ha dado lugar a numerosas leyendas o, mejor dicho, a múltiples versiones de una misma leyenda. El héroe francés Roldán, comandante de Carlomagno, se enzarzó en combate con un jefe moro y, ensimismados en el duelo, acabaron frente a frente en la cima de esta montaña. En un momento en que el caudillo musulmán había sido arrojado al suelo, Roldán levantó su espada, Durandarte, para, descargando todo su furia, darle al infiel el golpe final. Sin embargo, éste lo esquivó, pero de la inmensa fuerza con la que Roldán propinó el golpe, cortó un gran trozo de roca, que cayó rodando hasta el mar. Esta roca sería lo que hoy conocemos como la isla de Benidorm y la hendidura que habría dejado sobre la montaña habría conservado el nombre del héroe. Existen muchas variaciones de esta leyenda. Para mostrar otra versión, hay quienes aseguran que lo que pretendía Roldán al descargar su Durandarte era alargar el día, pues según éstos, Roldán estaba enamorado de una joven moribunda a quien habían asegurado que moriría con el último rayo de sol, lo que el héroe trató de impedir dando el monumental tajo al monte.
CÓMO LLEGAR: Por la AP-7 dirección Valencia, salida por la nº 66 VILLAJOYOSA, continuar por la CV-770 hacia la Ermita, Villajoyosa y por la izquierda hacia Benidorm. En la pequeña rotonda, a la izquierda por la CV-759 hasta Finestrat, subir a la Font del Molí, aparcar en los sitios habilitados.

COMPONENTES: VICENTE Y PATRO

ITINERARIO: FONT DEL MOLÍ / POSTE INFORMATIVO / PR-CV 289 / REFUGIO / COLL DEL POUET / CRUCE DCHA. / BANCAL DEL MORO / PUIG CAMPANA / BANCAL DEL MORO / LA CREUETA / POU DE NEU / CRUCE DCHA. / FONT DE LA SOLSIDA / PR / COVA DEL ROGET / RUINAS / FOIA DEL CAC / FONT DEL MOLÍ

LA RUTA: Siempre añoramos al Puig Campana. Las grandes cimas hay que subirlas al menos una vez al año, es como una tradición que intentamos cumplir severamente y, como siempre, incluimos alguna variante, esta vez, a la clásica ruta de circundar su perímetro y subir a la cima desde el Coll del Pouet, subiremos a la Creueta, cerca del Bancal del Moro.

No tenemos un día claro, ya desde la autopista veíamos nubes enganchadas en la cima y que ahora parecen despejarse. Iniciamos desde la Font del Molí, con sus caños enrejados, solo han dejado uno para que la gente se abastezca de agua. Subimos por el carril asfaltado, con la primera imagen grandiosa del Puig Campana.

Dejamos atrás los aparcamientos para llegar al diminuto puente que cruza el canal y a la explanada con cruce de caminos balizados: el PR-CV 289 que rodea la base del Puig Campana, el de los escaladores para llegar a las grandes paredes del Racó Ample y del Racó de les Nou Hores, y el PR-CV 14 que sube por el Carreró.








Hoy nos vamos por la izquierda siguiendo las marcas del PR-CV 289 que circunda la vertiente oeste. El sendero se adentra en el bosque de pinos teniendo como referencia al frente la espectacular forma cónica de la montaña. Bordeamos el Barranc de les Marietes y algunas casas de madera en sus laderas.


La bruma todavía nos respeta y nos deja contemplar el paisaje montañoso que nos rodea, con la Sierra de Orcheta, las crestas dels Castellets que se asoma, la Penya de Sella, y por detrás de ella, la mole de Aitana; además del cambiante Puig Campana al pasar por el Racó de les Nou Hores.


Hemos dejado el bosque de pinos  y estamos en plena zona arrasada en el incendio del 2009, es verdad que la naturaleza se va regenerando, el matorral se ha recuperado y ya vemos rebrotes de pinos, que debido a las piñas caídas durante el incendio vuelven a brotar, pero ya nada como antes.


Vamos llegando al Racó del Gatet sin dejar de subir gradualmente, el sendero se acerca a la gran mole con sus  impresionantes paredes, la cima sigue atrapando y condensando las nubes que llegan. Tenemos una extraña y última visión a la costa, donde el sol todavía ilumina las nubes.

Al ir girando en constante ascenso, se amplían las vistas a la cara norte. Vemos de mucho más cerca la cresta dels Castellets con su pequeña “V” en el Portell de López, arropada por la Penya de Sella y Aitana; y por delante comenzamos a ver el gran Portell del Puig Campana, el Tajo de Roldán.


Nos acercamos al primero de los collados, y en plena umbría seguimos teniendo distintas poses de la grandiosa ventana del Puig Campana guardando sus leyendas entre nubes. Después del collado alcanzamos el Refugio metálico de JM Vera y el sendero se convierte en agradable y ancho camino.

En el Coll de Pouet (883 m.) charlamos con varios runners que han participado en la Transilicitana. Al Puig Campana hoy en día, suben más corredores que senderistas, o corres o no eres nadie. Vemos como las nubes se quedan también enganchadas en el Coll del Llamp y en el Ponoig (1.182 m.)


Por la derecha comenzamos el duro ataque a la cumbre. Dejamos la visita al pozo de nieve para la bajada. La bruma nos limita la visibilidad, lo cual es mejor, al no tener casi referencias no te das cuenta del terrible desnivel. Después de las barandas de madera y las carrascas, casi está todo hecho.

Alcanzamos el Bancal del Moro donde la bruma es mucho más densa. Un grupo de Villena han terminado de almorzar y van a bajar sin ir a la cima, es la segunda vez que vienen sin patearla. Los convenzo y les digo que nos sigan, no me cabe en la cabeza que lleguen hasta aquí y no suban.

Cima del Puig Campana (1.409 m.) todos felices y contentos. No vemos absolutamente nada, la espesa bruma es impenetrable, pero estar aquí es una gozada. Buscamos un sitio resguardado para comer. El sol intenta deshacer las nubes pero no lo consigue. Regresamos al bancal del Moro.


Acometemos la variante de esta ruta. En vez de bajar por la derecha, seguimos de frente hacia la cresta rocosa, un mojón de piedras marca un escondido senderillo entre carrascas y coscoja que nos lleva hasta la pared. Aquí se pierde toda referencia y echamos mano del Track, nos quitamos las mochilas y a trepar un poco.










Con la bruma y sin marcas resulta complicado, las trepadas fáciles nos alejan del objetivo, tenemos que ir rectificando además de buscar otros pasos más asequibles de trepar. Algunas ventanas al vacío son impresionantes. Por fin vemos en lo alto asomarse la pequeña cruz, ahora falta llegar hasta ella.


La Creueta (1.318 m.) se trata de un piqueta metálica a la que han sujetado con alambre un trozo de rama para formar la cruz, quizás anteriormente era toda de hierro. Resulta muy complicado hacerse la foto con ella. Las vistas a los abismos son realmente extraordinarias.


Con la bajada nos liamos un poco y casi encontramos las mochilas. Empezamos el descenso, técnico, pero más rápido que la subida. Paramos un momento para desviarnos unos metros al Pouet de la Neu escondido entre la pineda. Antes de llegar al Coll del Pouet nos vamos por la derecha para terminar la ruta circular.


Tras una pequeña remontada llegamos a la Font de la Solsida, paraje emblemático junto a los enormes paredones de la sierra y que el último incendio ha dejado casi arrasado de vegetación. Su fuente pese a las pasadas lluvias apenas chorrea un poco. Al menos sus grandes hiedras se salvaron de la quema.


El tramo siguiente era uno de los más bonitos de la zona, el sendero se abría paso por un bosquecillo de pinos jóvenes y ahora después del incendio todo es desolación y tristeza, sus troncos son como fantasmas retorcidos entre la bruma. Aunque de las piñas broten retoños, nada volverá a ser igual.

Después de la Cova del Cremat, que dejamos para otra ocasión, el pedregoso sendero inicia una bajada incomoda entre rampas y curvas para colocarnos a un nivel inferior. Sin niebla, estaríamos dando los últimos vistazos al Portell del Puig Campana por su cara sur.


Terminan los estragos del incendio y recibimos con alegría que el sendero penetre en un bosque de pinos. Poco después pasamos por las ruinas de unos antiguos corrales y llegamos a un cruce de caminos en la Foia Cac. La montaña sigue inmersa en la masa nubosa, hoy nos hemos quedado sin panorámicas.


El sendero se mete de nuevo en el bosque para bajarnos entre las vallas de unos chalets y conectar con un camino asfaltado que proseguimos por la derecha. Cruzamos un profundo canal seco por un puentecito y entramos en el aparcamiento de la Font del Molí cerrando esta preciosa ruta.
RECORRIDO: CIRCULAR
AGUA EN RUTA: SI. (Font del Molí y Font de la Solsida)
DISTANCIA: 16,1 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 06:45 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.409 M. (Cima Puig Campana)
ALTURA MÍNIMA: 342 M. (Font del Molí)
DESNIVEL POSITIVO: 1.096 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.096 M.
DIFICULTAD: ALTA.

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