Posted by : Vaig a Peu sábado, 13 de enero de 2018

Geológicamente el macizo montañoso de Sierra Espuña se ajusta al modelo general descrito para las Sierras murcianas: posee sustratos geológicos muy variados y de muy diferente naturaleza; los más duros, antiguos y propios del zócalo, se presentan en los niveles de mayor altitud, en el núcleo central de la elevación; por el contrario, los materiales neógenos, areniscas y margas, localizados en las estribaciones, colaboran con el desarrollo de áreas fronterizas poco definidas con los sistemas plenamente agrícolas situados en las cuencas sedimentarias colindantes (p. ej., en el sector de El Berro). En su periferia existen además amplias áreas neógenas. Litológicamente el macizo está formado por rocas paleozoicas y mesozoicas, principalmente argilitas, calizas y dolomías permotriásicas, triásicas y jurásicas. Forma parte de lo que generalmente se denomina Zona Bética y está compuesta por cierto numero de unidades tectónicas cabalgantes con distintos materiales. En el ámbito del PORN se incluye un área catalogada como Lugar de Interés Geológico por la Agencia Regional para el Medio Ambiente y la Naturaleza. Se trata de la "Cabecera de la Rambla de Algeciras", también denominada Barrancos de Gebas, considerada de interés por su contenido geomorfológico y su utilización didáctica, con una categoría de importancia internacional. Geomorfológicamente, la amplia extensión superficial del Plan recoge una gran diversidad de formaciones, desde los relieves kársticos de las zonas más altas de la Sierra, por encima de los 1.000 m.s.n.m., hasta los sistemas de ladera en relieves suaves de Gebas ("bad lands"). Los ambientes más interesantes desde el punto de vista geomorfológico son las formaciones kársticas de cumbres (no muy desarrolladas y que alcanzan su máxima expresión en las zonas culmínales de la Sierra y las cabeceras de los Barrancos de la Hoz y Valdelaparra), y los "bad lands", relieve determinado fundamentalmente por procesos típicamente fluviales, que se encuentran representados en varias zonas poco extensas del Plan, pero que alcanzan su máximo desarrollo en el área de los Barrancos de Gebas o Rambla de Algeciras, continuación sobre los sustratos margosos del Barranco de Valdelaparra. Los suelos del área son muy variados, de diversas profundidades, tipologías de perfil y condiciones de fertilidad.
CÓMO LLEGAR: Por la E-15 y A-7 dirección Murcia. Tomar la salida nº 138 dirección Granada y más tarde la salida nº 578A dirección Mula/Caravaca por la RM-15. Salida en la nº 20 dirección Mula por la RM-516, donde tomamos la RM-515 hasta Pliego, continuar por la C-5 y después por la C-24 por el Sangrador de las Anguilas hasta el aparcamiento, antes de bajar el barranco.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE Y SANTI.
ITINERARIO: INICIO / CRUCE / DIQUE / CASCADA COLLEJA / PARED / CANAL BARBOL / SALIDA / PRESA IZQDA. / CAMINO / PRESA / CUEVA / SALIDA BARRANCO /  CASA DE LA MUELA / SENDA DCHA. / ACUEDUCTO CANAL BARBOL / BARRANCO DEL BARBOL / CORTIJO DEL BARBOL / IZQUIERDA / RAMBLA MALVARICHE / ASFALTO / FINAL.

LA RUTA: Ya habíamos realizado una ruta por el barranco de la Hoz, por su parte más elevada y agreste, culminando las subidas al Pico Perona y a la Piedra del Almirez. Hoy recorreremos su parte su parte más baja y tranquila.

Las pretensiones de hoy son más modestas, adentrándonos muy poco en el Parque Natural de Sierra Espuña. Pese a todo, no hay que menospreciar está parte del barranco ya que es un cauce cerrado y salvaje con varios saltos.

Iniciamos desde el aparcamiento, bajando por el asfalto para hacer un giro cerrado a la izquierda e introducirnos en el cauce del barranco de la Hoz, que sigue un corto tramo paralelo a la carretera, que luego se separa.


La primera impresión es demoledora. Un cauce poco ancho de laderas bajas con mucha vegetación y arboleda de pinar. Pero lo tremendo es la gran cantidad de pinos desarraigados y caídos que cruzan el cauce.


Posiblemente en las últimas lluvias torrenciales el caudal de agua por el barranco debió ser impresionante, arrastrando desde su parte más elevada todo cuanto encontró a su paso, arrancando pinos de cuajo.


Un camino de tierra que se dirige a la Casa de Perucho cruza el lecho del barranco. Todavía con abundante vegetación y pinos, el cauce se encajona entre las paredes de tierra rojiza que se elevan unos metros.


Por suelo de piedras de aluvión y entre los troncos secos de pinos caídos llegamos a un pequeño dique de contención que filtra las aguas torrenciales. Lo superamos por su parte derecha a la altura de algunos bancales de almendros.


Volvemos al lecho del barranco en el que las aguas han dejado a la vista su fondo rocoso limpio de piedras, como un camino asfaltado que linda con los pinos. Tras una sinuosa curva aparece la primera poza en el suelo.


En el siguiente giro nos topamos de frente con una enorme pared vertical que tapona por completo el cauce. En la parte de arriba tiene una hendidura por la que en las lluvias el agua se precipitará formando una cascada.










Es la cascada de la Colleja, de cauce intermitente y que ahora está seca. A media altura forma una especie de marmita que mantiene agua. La superamos por la izquierda, subiendo con cuidado por la ladera de tierra.










Arriba nos asomamos al interior de la hendidura labrada por el agua en su tremenda caída, ha erosionando la roca formando escabrosos vericuetos a su paso. Es un tramo de espectacular belleza que aprovechamos con el cauce seco.


Seguimos por dentro del tortuoso surco esculpido por el agua, vadeando diminutas pozas o charcas, haciendo pequeñas trepadas para superar cortos desniveles taponados por rocas, pasando por repisas o bordeando el cauce.


Otro obstáculo nos cierra el paso, una pared menos elevada a los pies de una poza con agua. En las lluvias también se formará una cascada. El escollo se vence retrocediendo unas decenas de metros para subir la pared.










Unos mojones de piedra nos indican el paso para acceder sobre la repisa en forma de herradura y posicionarnos encima de la cascada, donde podemos comprobar una gran parte del recorrido por el barranco.


El lecho continúa sin sobresaltos hasta llegar a un enorme acueducto por donde discurre el canal de Barbol sobre altos pilares que salvan el irregular curso del barranco de la Hoz, que vuelve a se llano en esta zona.











Pronto vuelve a socavarse el cauce que serpentea quebradamente, viene otra obturación, el cauce se vuelve angostar con agua encharcada y matorral que impide el paso. Intentamos diversas opciones pero al final tenemos que salir por la derecha.


Superado el tramo volvemos al cauce, resulta trabajoso y entretenido, no sabemos que nos deparara tras un recodo. Ahora viene otra obstrucción con grandes rocas amontonadas que es fácil atajar por el lateral derecho.











El agua inundada y la vegetación nos detienen de nuevo, sobre una gran roca estudiamos la situación, intentamos un lateral pero no hay agarres y nos vamos al otro por arriba. Este tramo es de una doble cascada.


La primera la vemos desde arriba por el canalón de caída y bajamos otra vez al cauce que tras superar un escalón nos deja ver la siguiente. Esta tiene la poza más grande de todas, y aunque lo intentamos por la derecha, tenemos que subir por la izquierda.


Es una potente subida lateral por la ladera para sobrepasar este trecho que apenas nos deja ver la poza. La toma de altura nos obliga a prolongar el tránsito fuera del barranco al no encontrar el sitio adecuado para volver al cauce.


Cerca de otra presa, la vegetación vuelve a obstruir el paso y nos salimos por la derecha caminando unos cientos de metros por el linde de unos bancales de almendros. Observamos la presa desde la parte alta.


El curso del barranco queda limpio de rocas y vuelven los cantos rodados y de aluvión, con laderas pobladas de pinar hasta un pequeño dique de cemento y de menor altura, sencillo de superar lateralmente.


Poco después encontramos en el barranco los restos de un cadáver de arruí del que las alimañas han dado cuenta, solo quedan los grandes huesos, algo de piel y la cabeza con la cornamenta. Arriba vemos una casa cueva a la que no subimos.


Enlazamos con la pista forestal dejando el barranco por la derecha, por donde transcurre el GR-252. Comienza un placentero caminar entre la pineda y arreglados campos de melocotoneros que tienen las yemas a reventar.


Pasamos por el aparcamiento utilizado por los montañeros que van a realizar la parte alta del barranco de la Hoz, donde hay un panel informativo y tenemos vistas a algunas alturas de sierra Espuña, como el Rodete (1.175 m.)


Muy cerca está la Casa de la Muela donde aprovechamos para almorzar.  Luego proseguimos por el camino con vistas al manto de pinar de sierra Espuña, y un poco más alejada la sierra del Cambrón o Pedro Ponce.












Dejamos el GR-252 por un ancho sendero a la derecha que nos desciende con moderación hasta tomar una senda poco definida y que enlaza con un camino por donde discurre el acueducto del canal de Barbol.


El camino, siempre en suave descenso, nos lleva hasta una gran balsa de agua donde conectamos con otro camino que la rodea por la izquierda junto a una casa abandonada y las instalaciones eléctricas de la fuente del Barbol.


En otro recodo entramos en el lecho del barranco del Barbol, llano y sin apenas irregularidades, nos ofrece miradas a las estribaciones de sierra Espuña y su alfombrada pineda por encima de las cañas del carrizal.


Tras unas curvas nos separamos del barranco por la izquierda para llegar a una gran explanada donde se ubica el Cortijo del Barbol, compuesto de varias casas y utilizado como almacén de tuberías de repuesto para el canal del Barbol.


Más adelante pasamos junto a unas colmenas de abejas y luego un cruce de caminos que seguimos por la izquierda, situándonos junto al profundo cauce de la rambla de Malvariche y paralelos al barranco del Barbol.


Desde arriba vemos la profunda y ancha rambla de Malvariche aprovechada para bancales de secano y surcada por un leve curso de agua, mientras que por la derecha en la franja que nos separa del barranco hay una gran plantación de almendros.


Vadeamos la rambla de Malvariche con cantos rodados y humedad, subiendo cerca de las casas del Manco donde enlazamos con un camino asfaltado, que luego embarrado, vuelve a cruzar la rambla y el barranco del Barbol.

Subimos la cuesta asfaltada y tras pasar por delante de unas granjas de cerdos, el famoso chato murciano,  cerramos la ruta en el aparcamiento. Ha sido un itinerario muy técnico por el barranco y relajado en el resto.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 11,3 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:45 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 602 M. (Casa de la Muela)
ALTURA MÍNIMA: 384 M. (Rambla de Malvariche)
DESNIVEL POSITIVO: 316 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 358 M.
DIFICULTAD: ALTA (El tramo del barranco de la Hoz) y BAJA, en el resto.


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