Posted by : Vaig a Peu sábado, 14 de octubre de 2017

Hoy podemos observar de su envergadura escasos restos que se mantengan en pie, pero estos mismos nos transmiten su poder estratégico y defensivo. Ante la falta de unas excavaciones adecuadas, se alcanza a entender la fortificación de la siguiente manera: Se puede apreciar que fue una pequeña fortificación consistente en un recinto murado de forma cuadrangular asimétrica, aproximadamente de 250 m2. Sus lienzos de muro presentan un espesor de un metro, pudiendo haber estado la parte superior almenada, obteniendo también un paso de ronda que lo circundaba, construido todo él en madera. La puerta de entrada al recinto estaría situada en el lateral derecho del muro SW. Su técnica de construcción es de mampostería por medio del encofrado, siendo algunas de las piedras utilizadas para dicha técnica las denominadas travertinos, las cuales no son originarias del lugar, sino que fueron extraídas del margen derecho según el curso del río Vinalopó y, llevadas posteriormente desde una distancia de algo más de un kilometro. El ángulo NE. del interior de dicho recinto contiene un lienzo de siete metros de altura con dos troneras o aspilleras en la parte más alta, correspondiendo a una torre que pudo haber alcanzado una altura de diez metros, que tuviera una dependencia frente a la torre, adosada al muro SW del recinto murado, cubierta a un agua. En el exterior del mencionado recinto, el muro NE. está reforzado por un grueso talud de 12 m. de largo. Asimismo en su parte oriental existe un aljibe cuya cabida máxima es de 5.500 litros. Desde su estratégica posición se llega a divisar un amplio territorio a la redonda de innumerables lomas montañosas, lo que da idea de su vital importancia para controlar la zona. Paralelos a este tipo de recinto fortificado los podemos encontrar en el castillo de Barxell (Alcoi) y, de Penella (Cocentaina). Su datación resulta algo difícil de determinar ya que es una edificación muy poco conocida documentalmente, pero debió́ de construirse como puesto defensivo o militar. Hay quienes lo sitúan originariamente entre las ultimas décadas del siglo XII y las primeras del siglo XIII, correspondiendo a la ultima etapa de la dominación islámica de la dinastía Almohade. Pero por un lado no hay constatados restos cerámicos que lo confirmen, puesto que los que se conocen tienen adscripción a periodos  posteriores ya en época cristiana. Por otra parte, y como se ha comentado en el apartado anterior, es básicamente de mampostería lo que también lo enmarca a época cristiana.
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 dirección ALCOY/CASTALLA, salida en la nº 469 y tomar la CV-8153 dirección ONIL, y en la población tomar la CV-803 dirección BANYERES hasta enlazar con la CV-795 que viene desde Alcoy. Seguir hasta el camino de entrada al Mas l’Ull de Canals, hay buen aparcamiento.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: MAS L’ULL DE CANALS / DESVÍO A FONT DE LA BURRA / VADEAR RÍO / FONT DE LA BURRA / PUENTE / FÁBRICA DE LA BORRERA / FÁBRICA DE BLANES / CARRASCA CENTENARIA / MAS DE GALBIS / REGRESO A FÁBRICA / SENDA / CRUZAR VINALOPÓ / FONT DE LA COVETA / MAS DE LES TORRETES / SUBIDA AL CASTELL / CASTELL DEL VINALOPÓ / CAUCE DEL RÍO / TOMA DE AGUA Y CAMÍ DEL BUIXCARRÓ / GIRO DERECHA / FINCA GUILELLA / DESVÍO AL TOLL / TOLL BLAU / SALIDA DEL TOLL / MAS L’ULL DE CANALS.

LA RUTA: Tibio amanecer en el Mas ‘lUll de Canals, todo está muy tranquilo, no hay nadie y el albergue todavía permanece cerrado. Hoy seguiremos un Track de Santiago González que nos llevará a la Font de la Burra.

Hasta ahora desconocíamos la ubicación de la fuente, y para el regreso hemos añadido la entrada al Toll Blau, por ver su caudal de agua. Curioseamos un poco por los alrededores del albergue y tomamos el camino de salida.


Iniciamos por el otoñal pasillo de jóvenes arces pintados de amarillo. Tras la verja llegamos a la carretera y giramos a la izquierda por el camino tradicional. Cruzamos el barranc de Vit de Canals y pasamos por delante del viejo corral.


Enseguida tenemos buenas panorámicas al abrirse el paisaje. Un bancal de frutales da colorido entre las carrascas, una densa bruma enganchada en las cercanías de Banyeres, y una bonita estampa del albergue a los pies de la Blasca.

Seguimos contemplando el  precioso paraje cerca de las Casas de l’Ansari con sus altos pinos, vistas más lejanas de las lomas de la Blasca y descubrimos un globo aerostático sobre la masa del gran pinar. Giramos a la izquierda junto a una casa de campo.


Este es el desvío a la Font de la Burra. En el camino encontramos la piel de una muda de serpiente de buen tamaño. El camino termina en una diminuta explanada donde ya tenemos la primera mirada al Castell del Vinalopó.










Por un sendero bajamos hacia el cauce del río Vinalopó para entrar por un pasillo de enmarañada y exuberante vegetación  vadeando el cauce por medio de unas piedras. En la otra orilla el paraje es otoñal entre arces y chopos.


El sendero se abre paso por el frondoso boscaje de matorral, entre la espigada chopera de la que no cesa de llover hojarasca que cae al suelo. Es un paraje digno de los bosques de otoño en el norte peninsular, solo que aquí no tenemos hayas.











La senda termina junto a una pequeña balsa de agua llena de hojas caídas y una caseta que parece controlar el flujo del agua, pero no vemos la fuente. Como nos gusta indagar subimos por un lateral hacia unos viejos olmos más arriba.


Entonces la vemos escondida en un rincón que mana por un leve caño. El sitio es espectacular con tres olmos ancestrales y grandes carrascas junto a la verja de una casa de campo, por la que volvemos a ver la silueta de la Blasca.


Regresamos al estrecho sendero y proseguimos por la izquierda paralelos al cauce del río Vinalopó. Es un paseo alucinante entre la chopera. Por delante todo vegetación, y por detrás la soleada Blasca que destaca en la masa de pinos.











Pronto comenzamos a distinguir entre la frondosidad de los chopos las antiguas construcciones de la fábrica de la Borrera o Molí de la Campana. El sendero hace un giro para luego cruzar por un puente el cauce del río y llegar a los pies de la edificación.


Los datos de su construcción están fechados en el año 1712. La edificación en su inicio fue concebida como molino de harina, pasando más tarde en 1810 a molino papelero, muy famoso por su papel de fumar en España y América.










Finalmente, entre 1855 y 1910, se transformó al sector textil. Actualmente está en desuso y en ruinas. En su interior pueden verse viejas turbinas y antiguos hornos, pero lo que más destaca es su esbelta chimenea que sigue en pie.

Subimos al camino principal y seguimos avanzando. Entre las copas de los chopos podemos distinguir la Molineta, un antiguo pozo de extracción de agua que actualmente continua en uso. Nos vamos acercando a las edificaciones del Molí de Baix y Dalt.

Conocida como la fábrica de Blanes, fueron construidas a finales del siglo XVIII,  utilizadas en un principio como molinos de harina, posteriormente fueron convertidas al sector papelero, alcanzando mucha importancia desde principios del siglo XIX hasta 1942.


Actualmente están en desuso y en ruinas, aunque una parte se utiliza como corral para ganado. Accedemos a ellas por una pasarela de madera que cruza el río, y en un letrero dice “Acotado de pesca. Pesca sin muerte”, el Vinalopó tiene truchas.  


Remontamos por toda la fachada de la antigua fábrica llegando al final de la misma, para tomar un camino a la derecha que gira en suave pendiente por la parte trasera de la edificación. Una cadena cierra el paso a vehículos.


El camino hace un giro a la izquierda y enseguida tenemos a la vista una hermosa carrasca centenaria junto al abandonado Mas de Galbis. Desde este punto vemos nítidamente el Castell del Vinalopó situado en su colina.

Regresamos por el mismo camino a la fábrica de Blanes, pero en vez de volver a cruzar el puente seguimos recto por delante de la fachada, por un senderillo junto al cauce del río. Pasamos por otra chimenea menos altiva que la anterior.


Acompañamos a las tintineantes aguas entre la frondosa vegetación de ribera en un corto tramo boscoso hasta vadearlo de nuevo por una pasarela con barandas de madera, subiendo a la parte alta  donde el cauce queda protegido.

Tiempo atrás no había ninguna protección y todo el mundo podía bajar a meterse en el agua, con lo cual siempre quedaba suciedad y basura, al menos ahora se mantiene pulcro desde su cercano nacimiento.






Arribamos a la Font de la Coveta, nacimiento del río Vinalopó. A los que habitamos en ciudades surcadas por las exiguas aguas del río Vinalopó se nos hace extraño que este caudal, no mayor que una acequia normal, fresco, cristalino y con carteles de prohibido pescar o pesca sin muerte, pueda subsistir hasta su desembocadura en el Mediterráneo, aunque muy contaminado.


Proseguimos hacia delante por la rambla que alimenta el cauce en las lluvias, superando algunas plataformas de antiguos bancales hoy deprimidos y abandonados, en dirección a nuestro próximo objetivo, el Castell del Vinalopó.


Antes pasamos por el Mas de les Torretes, que sigue en pie. Parte de las edificaciones han sido restauradas y apuntaladas, actualmente vive gente en ellas. Pasamos por delante para tomar el encrespado sendero de subida.


Castell del Vinalopó (842 m.) Hoy podemos observar de su envergadura escasos restos que se mantengan en pie, pero estos mismos nos transmiten su poder estratégico y defensivo, desde esta atalaya que vigila todo el valle.


Se puede apreciar que fue una pequeña fortificación consistente en un recinto murado de forma cuadrangular asimétrica, aproximadamente de 250 m2. Sus lienzos de muro presentan un espesor de un metro, pudiendo haber estado la parte superior almenada.


Descendemos de nuevo al camino, que en un corto tramo se convierte en sendero y serpentea por el cauce de la rambla del río Vinalopó, por la que recibe las primeras aguas fluviales que proceden de las peladas lomas devastadas por antiguos incendios.











Es un recorrido con apenas desniveles salpicado de matorral bajo y los escasos pinos que lograron sobrevivir a los incendios.  Llegamos al Pou de la Rambla y su toma de agua, que aprovecha los acuíferos existentes.

Proseguimos por la derecha por el Camí del Buixcarró, pero solo unas decenas de metros, porque enseguida volvemos a girar a la derecha por otro camino en pendiente que nos sube a la parte alta de la loma.


Desde arriba tenemos una esplendida visión a la pequeña hoya que se forma entre las lomas, y donde están ubicados el Mas del Congregat y el Mas de Guilella, cuyos terrenos parecen formar una sola finca plantada de viñedo.


Entre ambas casonas y cercana a la valla hay una pequeña alberca. En las dos casas se distinguen campanarios, quizás sean alguna ermita privada, o quizás  las hacían repiquetear cuando se presentaba algún incendio.


El otoño ha pintado de amarillo pajizo las cepas vendimiadas recientemente. El camino continua entre pinar y carrascas, pasando cerca del emblemático Mas del Altet, a los pies de la loma del Castell del Vinalopó, que ya hemos rodeado.


Dejamos atrás la entrada a la Font de la Coveta y la de la fábrica de Blanes,  a la que no entramos, pero que después sobrepasarla, accedemos por un sendero hacia el cauce del río para ver el Toll Blau. Con cuidado vadeamos el río.


En la otra orilla no tenemos paso y está resbaladizo, volvemos a cruzar y por sendero nos acercamos a ver el Toll Blau desde la altura. El rincón es precioso pero el caudal es muy tenue por falta de lluvias y apenas hay cascadas.

Volvemos al sendero principal dando las últimas miradas a la fábrica de la Borrera y su espigada chimenea, y en el horizonte de nuevo la Blasca, entre la otoñal chopera del cauce del río Vinalopó para cerrar la ruta.

El Centro de Interpretación de la Sierra Mariola en el Mas l’Ull de Canals, está más activo y todavía sigue llegando gente,  curioseamos por el albergue y concluimos esta sencilla ruta apta para todos en un paisaje excepcional.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Font de la Burra y Font de la Coveta)
DISTANCIA: 14 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:20 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 842 (Castell del Vinalopó)
ALTURA MÍNIMA: 722 M. (Vadeando el río Vinalopó)
DESNIVEL POSITIVO: 336 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 336 M.
DIFICULTAD: MODERADA.


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