Posted by : Vaig a Peu domingo, 1 de marzo de 2015

El género Aesculus comprende 18 especies aceptadas, del centenar descritas, de árboles  y arbustos caducifolios mayoritariamente nativos de las zonas templadas del hemisferio norte; incluye también numerosos híbridos -de los cuales 5 son taxones aceptados- (muchos de ellos espontáneos) y múltiples formas en cultivo. Tradicionalmente el género ha sido incluido junto con Billia y Handeliodendron en la familia Hippocastanaceae, pero recientes investigaciones genéticas demuestran que las especies de esta familia, al igual que las pertenecientes a las Aceraceae (familia de los arces), han de estar incluidas en las Sapindáceas, la familia quedando relegada a mera subfamilia Hippocastanoideae. Los Aesculus son plantas leñosas de 4 a 35 m de altura (dependiendo de la especie), y tiene ramas rectas con yemas incluidas en escamas, a modo de espata, y frecuentemente resinosas ; hojas opuestas, palmatisectas, normalmente grandes (hasta 65 cm en el Aesculus turbinata); flores entomófilas en panículas terminales, con 4 a 5 pétalos fusionados en la base y de 6 a 8 estambres. La floración tiene lugar unos 80 a 110 días después de la brotación primaveral. El fruto es una cápsula que se abre en tres partes para liberar las semillas contenidas en su interior (normalmente una y en ocasiones dos), la cubierta de estos frutos puede variar de lisa a espinosa y su color de verde o verde amarillento a marrón claro según las especies. Las semillas (de entre 2 a 5 cm) presentan una cubierta de color entre marrón claro brillante a marrón oscuro con una notable marca clara o blanquecina en su base. Las especies de este género reciben habitualmente los nombres comunes de "Castaños de indias" o "Falsos castaños", estos nombres se deben al parecido de sus frutos y semillas (incomestibles y tóxicas en crudo) con los de los castaños auténticos del género Castanea, tan apreciados como alimento. La especie más popular en cultivo, con gran diferencia del resto, es el Aesculus hippocastanum originario de ciertas áreas de los Balcanes y considerado como el "Castaño de Indias" por antonomasia. También es frecuente el híbrido Aesculus × carnea (A. hippocastanum x A. pavía) de llamativas flores rosadas. El resto de especies e híbridos son mucho menos empleadas en jardinería.
CÓMO LLEGAR: Autovía A-31 hacia Madrid, salida en Petrer / Centro Comercial, antes de cruzar por debajo de la autovía, girar a la derecha, hay cartel indicativo a Xorret de Catí, por la CV-837 carretera de montaña que en unos siete kilómetros nos deja en las instalaciones del Hotel. Pero esta vez aparcaremos un km antes aproximadamente, a la derecha junto a los pinos hay espacio para algunos coches y empieza el sendero.
ITINERARIO: INICIO / CASA DE LA ADMINISTRACIÓN / CASTAÑO DE INDIAS / POU DE NEU / ERMITA DE CATÍ / FERRERÍA / SENDA / SENDA DERECHA / ALT DE GUIXOP / IZQUIERDA 1 / IZQUIERDA 2 / CUEVA DE MOSSÉN FRANCÉS / BAJADA A XORRET DE CATÍ / CAMINO / CARRETERA / CAMINO REFUGIOS / REFUGIO CATÍ / PISTA / DESVÍO / SEGUIR SENDA / FINAL.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.

LA RUTA: Rebuscando entre nuevas sendas hemos encontrado una encantadora ruta en Xorret de Catí, muy didáctica y factible para la mayoría de gente, aunque la subida al Alt de 
Guixop la hemos efectuado por la cresta con una senda no balizada y unas vistas estupendas, algo que te pierdes por el PR.

Tras el impresionante día de ayer, hoy amanece con bruma y nubes deshilachadas que lo enmarañan todo. Las primeras vistas acaparan el gran espolón de la Crestería del Frare que tenemos delante. Iniciamos bajando hacia la derecha para conectar con el sendero que se estrecha entre los pinos.

Es una bonita senda que se abre paso con destreza y pronto nos acerca al Barranco de Badallet que cruzamos. Luego llegamos a un cruce de caminos y quedamos sorprendidos al ver que un círculo de piedras a modo de “rotonda” distribuye las bifurcaciones. Seguimos por la izquierda,  sin dejar de mirar a la imponente Crestería.

El camino se ensancha y serpentea entre las dos laderas, que poco a poco se van separando dando lugar a antiguas zonas abancaladas  ahora yermas y que forman una pequeña hoya circundada por lomas de verde pinar. Enseguida vemos en el centro y rodeada de grandes pinos, la Casa de la Administración.


Esta masía señorial debió pertenecer al propietario del Pozo de nieve o al encargado de su explotación. Se encuentra en ruinas pero todavía podemos percibir su antiguo esplendor con ribetes estucados en los balcones, dos plantas habitables, patio interior, chimeneas y vigas de madera.

Pero sin duda el tesoro más apreciado en las cercanías de la masía es su famoso y enorme Castaño de Indias, raro ejemplar en nuestra provincia,  siendo uno de los árboles más  llamativos   y fotografiado. Su semilla, aunque amarga y tóxica tiene potentes efectos antiinflamatorios, vasoconstrictores. Al ser caducifolio, ahora no tiene hojas, pero en unos dos meses estará completamente florido.

El Pozo de Nieve está situado en un terraplén inmediato, cercado con barandas de madera y su estado es lamentable. Al igual que los más de trescientos dispersos en nuestra comunidad poco a poco van desapareciendo abandonados. Parece como si la sorprendente historia del comercio de la nieve que dio paso al progreso, nunca existió.


Junto al nevero nuestra ruta continúa subiéndonos por un acanalado sendero en el que afloran las raíces de los pinos, en los días de lluvia servirá de desagüe. A esta altura ya se distingue perfectamente el final de la Crestería con el Despenyador y su desplome hasta el Collado del Portell. Llegamos a la ermita del Catí.


La ermita está consagrada a la Inmaculada Concepción y pertenece al municipio de Petrer, debe ser la más alejada de este núcleo urbano. En cuanto a su fecha de construcción existen pocas referencias documentales. Las panorámicas cambian ampliándose a la sierra del Cid y a la Foradá.

Continuamos en descenso por la estrecha senda, debemos estar muy atentos debido a la afluencia de ciclistas en este tramo. La senda termina en un espacioso rellano que se utiliza como aparcamiento y donde confluyen varias sendas. Nosotros continuamos por el PR-CV 31 que va al Alt de Guixop.


El nuevo sendero nos eleva entre el bosque de pinos pero poco después lo abandonamos por la derecha, ver mojones. La senda está menos pateada y más inestable que el sendero balizado, pero nos sube sacándonos de la umbría de los pinos a la solana y por lo tanto, con vistas al valle y al brumoso litoral.

Sin dejar de subir bordeamos la sierra siguiendo fitas y mojones por la parte menos explorada de la ladera. Nos vamos alejando de la sierra del Cid, y la Foradá se queda en el centro del valle, rodeada de pinos y de múltiples terrazas abancaladas que vuelven a estar en producción.


Este largo trayecto resulta entretenido de progresar, pero al ganar altura, las vistas se agradecen. Vamos virando un poco a la izquierda y el desnivel sigue aumentando para encarar un tramo rocoso. Dejamos atrás vistosos espolones en forma de medias lunas que surgen de la montaña.


Desde un pequeño colladito contemplamos el último trecho que nos queda y en el que tenemos que superar una cresta rocosa. La senda llega hasta ella apretada entre pequeñas carrascas y coscoja. Se puede evitar dando un pequeño rodeo, pero subir por ella, siguiendo los mojones no resulta tan duro.


Termina en un rellano marcado con dos mojones. Alt de Guixop (1.248 m.) segunda cota más elevada de la Sierra del Maigmó; tan solo unas piedras entre la coscoja determinan su cima. Aunque brumosa, tremenda mirada al coloso de esta sierra, primero el Alt de les Ximeneies (1.123 m.), el Maigmonet (1.182 m.) y la cara norte del Maigmó (1.296 m.)

Almorzamos con vistas al valle, y por la izquierda, entre la coscoja, iniciamos una bajada rápida por la umbría. De esta manera atajamos, ya que no vamos a visitar el Alt de les Ximeneies, la casita de vigilancia forestal. Al llegar a la pista de tierra seguimos por la izquierda.

Desde el camino tenemos una buena vista de Tibi a los pies de la Penya Migjorn (1.226 m.) Pronto nos desviamos por otro camino a la izquierda a la sombra de los pinos. De nuevo en el camino principal, seguimos por PR con la senda de la derecha. Luego en un rellano tomamos otro camino a la izquierda.


Este camino poco transitado y no balizado, termina estrechándose y convirtiéndose en sendero que desemboca en el camino, que más a la izquierda por el gran bancal no sembrado, y haciendo una cerrada curva a la derecha nos lleva a un poste balizado con paletas, a la derecha la cueva del mossén y por la izquierda será nuestro regreso a Xorret de Catí.


Cueva de Mosén Francés (1.160 m.). La entrada es una estrecha abertura vertical con poca anchura en el centro por lo que penetra muy poca luz al interior. Según el Catálogo de Cavidades de la Provincia de Alicante, su entrada debió ser ensanchada con barrenos por los pastores para facilitar el acceso de ganado; presumiendo que antes de estas acciones debió ser mucho más estrecha y fácil de disimular, lo que daba una mayor seguridad a sus moradores. Consta de una sola sala de unos 12 m. de anchura por 6 de fondo, sus paredes son redondeadas alcanzando alturas entre los 3 y 4 m. en una irregular bóveda.


Volvemos al poste balizado para por la izquierda con el PR-CV 31 comenzar una fuerte bajada, algo incomoda por estar bastante acanalada la senda. Tenemos una vista frontal del Despenayador en la que distinguimos su punto geodésico. La senda termina en un camino que seguimos por la derecha.

Marchamos junto a la verja de una finca elevándonos un poco. El camino finaliza en la carretera, por la que caminamos unos doscientos metros por la derecha, en dirección al  Collado Portell. Giramos a la izquierda por el camino de entrada a los refugios y la zona de acampada.

Bajamos hacia el refugio, y una vez en él seguimos las pistas de la derecha que llevan al Mirador del Catí. Llegados al cruce balizado de la subida al Despenyador, nosotros seguiremos rectos, por debajo del Mirador, siempre a la derecha y sin bajar a las instalaciones de Xorret de Catí. Impresionantes vistas a los roquedos de la Crestería del Frare.

Este último camino, menos transitado, nos mantiene a media altura por debajo de la Crestería del Frare. Su recorrido es fantástico, ya que nos permite ver desde muy cerca los agrestes farallones de la crestería. El camino acaba pero una senda prosigue en la misma dirección.

Poco a poco vamos perdiendo altura y en diagonal conectamos en la carretera  junto a nuestro coche, dando por finalizada esta entretenida ruta, por la que hemos recorrido muchos de los lugares más emblemáticos de este hermoso paraje. Probablemente durante el mes de mayo el Castaño de Indias esté florido. Os la recomiendo.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 12,2 KM.
TIEMPO: 04:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.248 M. (Alt de Guixop)
ALTURA MÍNIMA: 831 M. (Casa de la Administración)
DESNIVEL POSITIVO: 504 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 504 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

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